La domótica del jardín. El Control del Riego y la Iluminación en la Jardinería Residencial. Situación Actual y Tendencias de Futuro.
Autor: Jaime Rivera. Ingeniero Agrónomo.
Antecedentes
Los programadores del riego en la jardinería residencial han seguido unas pautas en donde inicialmente los fabricantes fijaban una serie de prestaciones básicas de partida para, a continuación, centrar las distintas alternativas ofrecidas en los precios de venta, sometidos a la presión de un mercado muy competitivo.
Podríamos definir como prestaciones básicas las siguientes:
• Posibilidad de adaptar cada programa de riego a diversos calendarios, tales como días de la semana, días pares, días impares, etc.
• Varios programas disponibles, normalmente 3.
• Un número de arranques por programa, normalmente 8.
• Posibilidad de modificar los tiempos de riego fijados por programa en % desde 0 hasta 200%.
• Conexión a sensor de lluvia y reanudación del riego programable, después de una parada del riego por lluvia.
Los programadores residenciales tradicionales funcionan de forma autónoma en cada jardín, y su manejo y programación exige acceder al sitio donde está instalado, muchas veces en arquetas o lugares retirados e incómodos dentro del jardín.
Debido a su cierta complejidad a la hora de programarlos y su acceso complicado, muchas veces el programador se ajusta en el momento de su instalación y se mantiene el programa inicial a lo largo del tiempo, sin tener en cuenta las variaciones de clima y cambios en el jardín.
El control del riego con programadores tradicionales da lugar a un consumo excesivo de agua, hecho que en estos momentos presenta muchas connotaciones negativas:
• Un mayor gasto de la economía doméstica, por un montante mayor en la factura del proveedor del agua (En Madrid, el Canal de Isabel II)
• Un derroche en un recurso escaso como es el agua.
• Una acción socialmente reprobable según criterios de sostenibilidad y eficiencia energética.
Por otra parte, otros elementos del jardín como la iluminación, apertura y cierre de puertas, llenado de estanques, etc. se han controlado de forma diferenciada del riego, mediante dispositivos concebidos para cada aplicación
Autor: Jaime Rivera. Ingeniero Agrónomo.
Antecedentes
Los programadores del riego en la jardinería residencial han seguido unas pautas en donde inicialmente los fabricantes fijaban una serie de prestaciones básicas de partida para, a continuación, centrar las distintas alternativas ofrecidas en los precios de venta, sometidos a la presión de un mercado muy competitivo.
Podríamos definir como prestaciones básicas las siguientes:
• Posibilidad de adaptar cada programa de riego a diversos calendarios, tales como días de la semana, días pares, días impares, etc.
• Varios programas disponibles, normalmente 3.
• Un número de arranques por programa, normalmente 8.
• Posibilidad de modificar los tiempos de riego fijados por programa en % desde 0 hasta 200%.
• Conexión a sensor de lluvia y reanudación del riego programable, después de una parada del riego por lluvia.
Los programadores residenciales tradicionales funcionan de forma autónoma en cada jardín, y su manejo y programación exige acceder al sitio donde está instalado, muchas veces en arquetas o lugares retirados e incómodos dentro del jardín.
Debido a su cierta complejidad a la hora de programarlos y su acceso complicado, muchas veces el programador se ajusta en el momento de su instalación y se mantiene el programa inicial a lo largo del tiempo, sin tener en cuenta las variaciones de clima y cambios en el jardín.
El control del riego con programadores tradicionales da lugar a un consumo excesivo de agua, hecho que en estos momentos presenta muchas connotaciones negativas:
• Un mayor gasto de la economía doméstica, por un montante mayor en la factura del proveedor del agua (En Madrid, el Canal de Isabel II)
• Un derroche en un recurso escaso como es el agua.
• Una acción socialmente reprobable según criterios de sostenibilidad y eficiencia energética.
Por otra parte, otros elementos del jardín como la iluminación, apertura y cierre de puertas, llenado de estanques, etc. se han controlado de forma diferenciada del riego, mediante dispositivos concebidos para cada aplicación
La situación actual viene influida por varias circunstancias que han ocurrido durante los últimos 15 años:
• Globalización de la fabricación industrial de programadores, con la incorporación de los avances en la electrónica, procesos industriales, fabricación en terceros países, mejora de costes por economías de escala, diseño del producto y mejor ergonomía de uso, etc.
• Mejoras en la posibilidad de gestionar y acceder a los tiempos de riego diarios, para así poder racionalizar al máximo el consumo de agua. Podemos señalar aquí algunas funcionalidades:
- Programación en el móvil “smartphone” o tableta, a través de una aplicación que se baja de las tiendas de Apple (iOS) o Google (Android). Acceso a distancia a los dispositivos instalados en el jardín que conectan con la red de electroválvulas, mediante comunicación WiFi, Radio, etc.
- Incorporación del riego y otras actividades del jardín al control integral de dispositivos de la vivienda. El fabricante SOLEM lo ha definido acertadamente como “la domótica del jardín”.
- Acceso remoto al programador, vía comunicación por Internet a través de un servidor o plataforma de servicios.
- Posibilidad de modificar los tiempos de riego y ajustarlos en función de datos climáticos (Evapotranspiración) o parámetros propios del jardín (Sensores de humedad).
• El interés en diseñar equipos que mejoraran el uso del agua con ajustes en función de parámetros climáticos o locales del jardín se planteó inicialmente en la gran jardinería y los parques públicos. Asimismo se estudiaron fórmulas de manejo utilizando nuevas sistemas de comunicaciones para centralizar los equipos y acceder a ellos desde una posición remota. Partiendo del sector más industrial de la jardinería, se están introduciendo poco a poco algunas de estas innovaciones al mercado del riego residencial.
- Esta mentalización ha tenido más acusadamente en Estados Unidos que en Europa, en donde se ha actuado poco en términos prácticos, limitándose las autoridades a plantear campañas mediáticas con pocas
acciones concretas sobre las prácticas existentes en el manejo del riego residencial.
La respuesta quizás haya que buscarla en la aparición cada vez más frecuente de sequías salvajes en grandes zonas del país americano, junto a la mentalidad anglosajona de atacar los problemas desde el empirismo y enfoque a la acción... Leer más.
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